Vulnerabilidad: Errores del pasado

Hablando de vulnerabilidad, la capacidad de resistir, es hablar de errores cometidos en el pasado y que, después de un gran evento comprendimos que no estábamos preparados. Un claro ejemplo de estos errores son las llamadas losas planas, que funcionaron por algún tiempo pero, algo tarde ya, notamos que no eran la opción más segura.

Las losas planas son elementos constructivos de hormigón armado extremadamente simples en concepto y construcción que consisten en losas que están apoyadas directamente sobre las columnas y no sobre vigas. Estas estructuras transmiten las cargas directamente a las columnas sin necesidad de colocar vigas. Estas losas planas no son adecuadas para zonas de alto riesgo sísmico. [1]

Losa plana y losa apoyada sobre vigas

En el pasado las losas planas tuvieron una gran popularidad por su simplicidad de construcción y la posibilidad de tener techos más altos debido a la ausencia de vigas, sin embargo su popularidad ha ido decayendo con el tiempo debido a las dificultades que tiene para soportar cargas sísmicas.

Esta técnica de construcción conocida como losa plana causo el 61 por ciento de los derrumbes de edificios en el terremoto de magnitud de 7.1 ocurrido en México en 2017, que mató a 369 personas y cubrió avenidas de árboles y escombros. Casi dos tercios de los edificios que colapsaron en el monstruoso terremoto fueron construidos utilizando esta técnica que ahora está prohibida en zonas sísmicas de los Estados Unidos, Chile y Nueva Zelanda. [2]

Edificio en México construido con losas planas que fue parcialmente destruido en el terremoto de 7.1 grados en 2017

Eduardo Miranda, profesor de ingeniería civil y ambiental de Stanford y experto mundial de diseño resistente a terremotos, dijo “Hace 30 años que sabemos que este sistema mató a muchas personas, entonces ¿por qué lo seguimos usando?”.

Las losas planas de concreto se pueden adaptar arquitectónicamente y dar a los constructores mayor flexibilidad en el diseño de salas y espacios que necesiten techos más altos, pero en un terremoto, sin muros de hormigón armado o refuerzos laterales para resistir las fuerzas que empujan la estructura hacia los lados, los edificios con este diseño sufren desplazamientos excesivos y las conexiones entre losa y columna pueden romperse fácilmente por la acumulación de esfuerzos.


Referencias:

[1] Park, R. y Gamble, W. L.; Losas de concreto reforzado; Editorial LIMUSA; 1ª Edición, 2ª Reimpresión: 1992; México, pp. 21, 25.

[2] Burke Garance (9 de octubre de 2017). Engineers: Lives lost in Mexico quake could have been saved. The Denver Post, digital press. Recuperado de: https://www.denverpost.com/2017/10/09/mexico-city-earthquake-flat-slab-construction/. Acceso: lunes 28 de mayo de 2018.

Riesgo Sísmico

Es necesario aclarar que los elementos que configuran lo que se denomina el riesgo sísmico con: la amenaza o peligro y la vulnerabilidad. La amenaza o peligro tiene relación directa con el fenómeno, que en este caso es de origen natural y son los sismos. Estos fenómenos no pueden controlarse, es decir, no podemos como seres humanos evitar que sucedan, ya que son eventos que tienen una íntima relación con la dinámica de la Tierra como planeta. En cambio la vulnerabilidad se asocia a nuestra capacidad para soportar la presencia de un evento, en caso de que suceda un terremoto, la vulnerabilidad está dada por la susceptibilidad de las casas o infraestructuras a sufrir daños [1].

Por lo tanto, nuestro nivel de riesgo sísmico está dado en función de las características del terremoto (amenaza) y nuestro grado de vulnerabilidad frente a este fenómeno, de tal manera que para disminuir el riesgo es necesario disminuir el grado de vulnerabilidad, ya que no podemos impedir la generación de un terremoto.

En este sentido existen algunos mecanismos que pueden contribuir a disminuir nuestra vulnerabilidad desde una perspectiva física y/o funcional de infraestructuras. Cardona sugiere algunas acciones: [2]

  • Aumentar la resistencia de las líneas vitales mediante el reforzamiento estructural.
  • Reforzar edificaciones vulnerables que no pueden ser o no son factibles de reubicarse.
  • Elaboración de “códigos de la construcción” que regulen a edificación de nuevos inmuebles.
  • Adecuación de hospitales y la atención pronta y masiva de víctimas.
  • Reubicación de viviendas, de infraestructura o de centros de producción localizados en zonas de alta amenaza.

Referencias:

[1] Rivadeneira, F., Segovia, M., Alvarado, A., Egred, J., Troncoso, L., Vaca, S. y Yepes, H. Breves fundamentos sobre los terremotos en el Ecuador. Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional. Corporación Editora Nacional. Quito, Ecuador. Noviembre 2007.

[2] Cardona, O. Gestión del riesgo colectivo. Curso de Educación Superior Gestión Integral de riesgos y desastres. Capítulo 3. Barcelona, España. 39-62 pp.