La falla de San Andrés, que recorre California de norte a sur a lo largo de 1.300 kilómetros y que delimita la placa norteamericana de la placa del Pacífico, es una de las más estudiadas del planeta, ya que en su práctica totalidad se encuentra sobre la superficie terrestre. Regularmente provoca grandes terremotos en la región, tal como ocurrió el 17 de octubre de 1989 en Loma Prieta, cuando hubo un sismo de magnitud 7,1.
Fue la causante del devastador terremoto de 7,8 grados que destruyó gran parte de San Francisco en 1906, provocando la muerte de más de 3.000 personas, lo que el científico Andrew Lawson asoció ya entonces con la posible expansión de la falla hacia el sur de California.
Ahora, la parte más sísmicamente peligrosa de la falla es la que transcurre cerca de Los Ángeles. Además, recientemente, lo geólogos han puesto sus ojos en otra falla de 84 km de largo que atraviesa la región de la Bahía de San Francisco, poblada por más de siete millones de personas.
Actividad de la Falla de San Andrés
El día miércoles 4 de mayo del 2016, en declaraciones recogidas por el diario Los Angeles Times, científicos líderes advirtieron desde la Conferencia Nacional de Terremotos que se celebra en la localidad californiana de Long Beach que la sección sur de la falla de San Andrés está «cargada y lista» para provocar un gran temblor. [1]
El director del Centro Sísmico del Sur de California, Thomas Jordan, asegura que la falla de San Andrés está preparada para liberar la energía que ha ido acumulando durante mucho tiempo, pese a que los registros geológicos indican que es la causante de un gran terremoto con una periodicidad de unos 150 años.
El científico recordó que la última vez que esa falla generó un gran terremoto en el sur de California fue en 1857. Una sacudida que se calcula fue de 7.9 grados en la escala de Richter. Desde entonces ha estado demasiado tranquila.
Los análisis de los movimientos de las placas tectónicas sugieren que cada 100 años estas ajustan unos 16 pies a base de sacudidas sísmicas, que liberan parte del estrés al que están sometidas las fallas. En el caso de San Andrés, la falla ha ido acumulando tensión sin descanso durante más de un siglo.
Un informe del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) en 2008 alertó de que un sismo de magnitud 7.8 con origen en la región sur de la falla de San Andrés tendría un impacto directo en Los Ángeles, la segunda ciudad más poblada de EE.UU, causando más de 1,800 muertes, 50,000 heridos y 200,000 millones de dólares en daños.
En una conversación con BBC Mundo, Jennifer Andrews, sismóloga de Instituto de Tecnología de California (Caltech) señaló “la información con la que trabajamos los científicos indica que el extremo sur de la falla de San Andrés es en la que es más probable que se produzca un gran terremoto en los próximo 30 años”. [2]
Referencias:
[1] San Andreas fault ´locked, loaded and ready to roll´ with big earthquake, expert says (miércoles 4 de mayo de 2016). Los Angeles Times, Periódico Digital del estado de California, EE.UU. Recuperado de: http://www.latimes.com/local/lanow/la-me-ln-san-andreas-fault-earthquake-20160504-story.html. Acceso: lunes 7 de mayo de 2018.
[2] San Andrés: el peligro real de una de las fallas más temidas del mundo (viernes 30 de septiembre del 2016). BBC Mundo, Periódico digital. Recuperado de: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/05/150504_eeuu_california_falla_san_andres_pelicula_peligros_jg. Acceso: Lunes 7 de mayo del 2018.
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