Uno de los grandes lagos africanos, el Kivu, se encuentra en el Gran Valle del Rift, en el este de África, concretamente sobre la formación de relieve en el borde de las placas tectónicas Africana y Arábiga.
El Kivu es compartido por Ruanda y la República Democrática del Congo. La cuenca del lago se expande gradualmente, lo que provoca no solo que el embalse sea cada vez más profundo, sino también que la actividad volcánica en la región se incremente.
En 1948 se produjo una erupción del cercano volcán Kituro. Se dice que el agua del Kivu empezó a hervir y todos los peces del lago se cocinaron solos.
Sin embargo, el peligro más grave se esconde bajo sus aguas. En el fondo del Kivu hay depósitos ocultos de metano natural y dióxido de carbono, cuya explosión y liberación a la atmósfera pueden matar a todos los ruandeses y congoleños que viven cerca de sus aguas, lo que equivale a aproximadamente dos millones de personas.