Muchos de los grandes centros urbanos que pueblan el planeta están ubicados en zonas costeras o al lado de áreas montañosas que son parte de sistemas tectónicos que incluyen zonas de subducción o fallas importantes capaces de generar grandes terremotos. Además, la mayoría de estos conglomerados urbanos se encuentran en áreas en desarrollo del mundo que tienen baja resiliencia frente a los peligros naturales y presentan altos niveles de riesgo contra el riesgo sísmico. La baja resiliencia se debe principalmente, entre otros factores, incluidos los socioeconómicos, debido a la alta vulnerabilidad del parque de edificios, que se caracteriza por la mala calidad de la construcción y la ausencia de características de diseño sísmico, que se encuentran comúnmente en lo que se conoce como estructuras no diseñadas. [1]
La evolución de la Ingeniería sísmica ha permitido a la humanidad superar algunas de las principales dificultades en cuanto las condiciones del suelo donde se construye y la lucha en contra de los efectos que grandes fenómenos naturales, como son los terremotos, pueden tener en la infraestructura. Esto es aún más complicado cuando no se piensa en construir simples estructuras de unos cuantos pisos sino que el objetivo es una edificación de gran altura, rascacielos, sobre todo si se habla de una zona considerada peligrosa por su elevada actividad sísmica.
Esta grieta se encuentra en Kenia y es relativamente ‘joven’. Forma parte del llamado rift de Kenia y se llama así por un cercano volcán que lleva el mismo nombre. Es una zona limítrofe entre las placas Africana y Arábiga. Recientemente, la situación en la región se ha vuelto inestable, como demuestran las numerosas erupciones de volcanes submarinos.
Actividad en la falla de Suswa
«Mientras que la grieta ha permanecido tectónicamente inactiva en el pasado reciente, podría haber movimientos profundos dentro de la corteza terrestre que han resultado en zonas de debilidad que se extienden hasta la superficie», dijo el geólogo David Adede al Daily Nation. [1]
En las últimas décadas, las placas han permanecido relativamente inactivas, pero la debilidad estructural puede formar líneas de falla que, normalmente, se suelen llenar con ceniza volcánica. Los expertos creen que las recientes lluvias (y los movimientos sísmicos) han ‘lavado’ estas cenizas y han expuesto unas grietas que ya estaban allí.
Grieta en el Valle del Rift de Kenia
Este 2018, apareció en el corazón del Gran valle del Rift, una grieta de 15 metros de profundidad y hasta 20 de ancho que ha destrozado carreteras, tendidos eléctricos y viviendas. Kenya se está dividiendo lentamente y este es solo uno de los cientos de puntos débiles que atraviesan todo el continente desde el Cuerno de África hasta Mozambique. [2]
Si la grieta sigue creciendo, algunos geólogos prevén que dentro de 50 millones de años podría ser capaz de dividir África en dos partes.
Esta falla de 1.500 kilómetros de largo tiene una parte central llena de agua: el lago Baikal. Según los geólogos, esta grieta es el resultado de la divergencia de las placas Euroasiática y Amuria.
La zona del Rift de Baikal
El principal peligro en la zona, como en el caso del Kivu, se encuentra en el fondo del lago. De hecho, el fondo del lago Baikal es una falla tectónica, y sus costas están constantemente alejándose. Los científicos predicen que en unos cientos de millones de años, el Baikal se convertirá en un océano.
Uno de los grandes lagos africanos, el Kivu, se encuentra en el Gran Valle del Rift, en el este de África, concretamente sobre la formación de relieve en el borde de las placas tectónicas Africana y Arábiga.
Lago Kivu
El Kivu es compartido por Ruanda y la República Democrática del Congo. La cuenca del lago se expande gradualmente, lo que provoca no solo que el embalse sea cada vez más profundo, sino también que la actividad volcánica en la región se incremente.
En 1948 se produjo una erupción del cercano volcán Kituro. Se dice que el agua del Kivu empezó a hervir y todos los peces del lago se cocinaron solos.
Sin embargo, el peligro más grave se esconde bajo sus aguas. En el fondo del Kivu hay depósitos ocultos de metano natural y dióxido de carbono, cuya explosión y liberación a la atmósfera pueden matar a todos los ruandeses y congoleños que viven cerca de sus aguas, lo que equivale a aproximadamente dos millones de personas.
“Los movimientos de la corteza terrestre generan transformaciones intensas en las rocas del interior de la tierra, acumulando energía que súbitamente es liberada en forma de ondas que sacuden la superficie terrestre.” “Corrientemente se presentan con más frecuencia en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico y en el Mediterráneo – Himalaya, pudiendo ocurrir en cualquier otra zona.”[1]
El cinturón o anillo de fuego del Pacífico está situado en las costas del océano Pacífico y se caracteriza por concentrar algunas de las zonas de subducción más importantes del mundo, lo que ocasiona una intensa actividad sísmica y volcánica en las zonas que abarca. El Cinturón de Fuego se extiende sobre 40.000 km (25.000 millas) y tiene forma de herradura. Tiene 452 volcanes y concentra más del 75% de los volcanes activos e inactivos del mundo.
El cinturón comprende a una gran cantidad de países americanos, tales como Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos y Canadá. Tras hacer una curvatura a la altura de las Islas Aleutianas, en el norte del océano Pacífico, entre Alaska y la península de Kamchatka, se prolonga hasta las costas e islas de Rusia, Japón, Taiwán, Filipinas, Indonesia, Papúa Nueva Guinea y Nueva Zelanda.
Cinturón de Fuego del Pacifico
Como ya fue referido anteriormente, el lecho del océano Pacífico reposa sobre varias placas tectónicas, las cuales están en permanente fricción y por ende, acumulan tensión. Además, la zona concentra actividad volcánica constante. En esta zona las placas de la corteza terrestre se hunden a gran velocidad (varios centímetros por año) y a la vez acumulan enormes tensiones que deben liberarse. Cuando esta tensión se libera hace que la corteza ceda originando desplazamientos que pueden ocasionar sismos o “terremotos”. Hay relación con los volcanes porque en estos movimientos tectónicos se produce ascenso de lava ocasionando erupciones volcánicas.
Placas tectónicas del planeta tierra y Anillo de Fuego del Pacífico
Actividad en el Cinturón de Fuego del Pacífico
En el año 2008 el Cinturón comenzó con intensa actividad provocando movimientos sísmicos y erupciones.
En el año 2015 el Director del área de Sismología de Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, explicó a BBC MUNDO “En el Cinturón de Fuego del Pacífico tienen lugar el 90% de los terremotos del mundo y el 80% de los terremotos más grandes”. La segunda región más sísmica (5-6% de los terremotos y el 17% de terremotos más grandes del mundo) es el cinturón Alpide, el cual se extiende desde Java a Sumatra a través del Himalaya, el Mediterráneo hasta el Atlántico. El cinturón de la dorsal Mesoatlántica es la tercera región más sísmica.
En el cinturón de fuego del Pacífico se han registrado los 10 sismos más fuertes del siglo pasado y del actual. [2]
Chile sufrió el terremoto más intenso registrado hasta ahora; midió 9,5 grados en la escala de Richter y sacudió las ciudades de Santiago y Concepción. Murieron 5000 personas y dos millones quedaron sin hogar.
Alaska sufrió tres sismos grandes en menos de ocho años. El 9 de marzo de 1957 un movimiento de 9,1 grados golpeó las islas Andreanof, mientras que, en 1964 y 1965, registró terremotos de 9,1 y 8,7 grados respectivamente y generó un tsunami de olas de 10 metros de alto.
Todavía permanece fresco el recuerdo del catastrófico sismo de 9 grados del 26 de diciembre de 2004 en Indonesia y Sumatra, que desató un tsunami que mató a más de 250.000 personas.
El 4 de noviembre de 1952, Rusia registró un terremoto de magnitud 9 que generó un tsunami que golpeó las islas hawaianas. Y el 31 de enero de 1906 un sismo de 8,8 grados fue registrado cerca de la costa de Ecuador y Colombia, que generó un fuerte tsunami que mató a 1000 personas.
En Tibet y la India, unas 2000 casas fueron arrasadas y 1500 personas murieron tras el movimiento de 8,6 grados registrado en la cuenca de Brahmaputra.
Uno de los más devastadores fue el del 27 de febrero de 2010 en Chile, que produjo más de 500 muertos, con sus 8,8 grados de intensidad.
El 11 de marzo de 2011, Japón sufrió un terremoto de 9 grados, seguido de tsunami con olas de 10 metros de altura, que arrazó con pueblos enteros y provocó un desastre nuclear, cuya radiación permanecerá por años.
Según una publicación realizada en el Periódico digital “El Español” con fecha 26 de noviembre del 2016, se habla sobre la actividad sísmica que ha tenido el Cinturón de Fuego del Pacífico durante el año 2016, refiriendo: “Tiembla de nuevo la tierra en Centroamérica. Un terremoto de magnitud 7.2 en la escala Richter sacudió el jueves 24 de noviembre Nicaragua y El Salvador. El seísmo se originó en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico…”. [3]
Refirió también: “Noviembre ha sido un mes delicado en las áreas comprendidas por este anillo. Japón alertó por posible tsunami el día 21, tras un sismo de magnitud 7.4 cerca de Fukushima, la misma región que sufrió la sacudida de la naturaleza en 2011…”.
Unos días antes, otro terremoto de 7.8 grados en Nueva Zelanda mató a dos personas y elevó el lecho marino hasta seis metros. Pero 2016 ha dejado más temblores en el Anillo de Fuego. Nueva Caledonia (7.2) el 12 de agosto, Islas Marianas (7.7) el 29 de julio, Vanuatu (7.0) el 28 de abril, Ecuador (7.8) el 16 de abril e Indonesia (7.8) el 2 de marzo.
Terremotos en el Cinturón de Fuego del Pacífico en el año 2016
En promedio en esta falla, cada hora, ocurre un terremoto o una erupción. Científicos advierten que la intensa actividad sísmica podría desencadenar mega-sismos en cualquier parte del planeta. Sismólogos afirman que pronto, sismos superiores a los 9 grados podrían golpear zonas como México, Estados Unidos, Indonesia, Chile y Japón.
En el año 2017 se redujo el número de terremotos importantes en la Zona del Cinturón de Fuego del Pacífico con solo uno alcanzando los más de 8 grados en la escala de Richter, Chiapas, México (8.2) el 7 de septiembre [4], y otros tres de magnitud mayor a 7: Papua Nueva Guinea (7.9) el 22 de enero [5], Mar de Célebes, Filipinas (7.3) el 10 de enero [6], Chile (7.1) el 24 de abril [7] y Puebla, México (7.1) el 19 de Septiembre [8]. Se considera que debido al sismo de 7.1 ocurrido el 19 de septiembre en México se produjeron otros dos eventos similares en Nueva Zelanda el mismo 19 de septiembre [9] y en Japón al siguiente día [10], ambos con una magnitud de 6.1 grados.
Terremotos en el Cinturón de Fuego del Pacífico en el año 2017
En lo que va del primer trimestre del 2018 ya se han detectado fuertes movimientos telúricos que superan los 7 grados en la escala abierta de Richter, estos son en orden cronológico: Honduras (7.6) el 9 de enero [11], Arequipa, Perú (7.1) el 14 de enero [12], Kodiak, Alaska, EE.UU. (7.9) el 23 de enero [13], Oxaca, México (7.2) el 16 de febrero [14] y Papua N, Guinea (7.5) el 25 de febrero [15]. Esto sin considerar un contable número de sismos del orden de entre 6.0 y 6.9 grados en la escala ya mencionada.
Terremotos en el Cinturón de Fuego del Pacífico en el año 2018
En el país de Japón, considerando que en dicho territorio se produce el 20% de los terremotos más violentos del mundo, evalúan la probabilidad de entre 60 y 70% que el mega-terremoto ocurra en los próximos 30 años, (20% en la próxima década). [16]
Referencias:
[1] Evaluación de daños y análisis de necesidades – Manual de Campo, Oficina de Asistencia de desastres en América Latina y el Caribe USAID, Gráfica Editores. Managua, Nicaragua, Febrero 2002:7)